martes, 5 de mayo de 2009

Más que nunca la gente ha adoptado los 'tapabocas' como símbolo de lo chic

Llámese psicosis o prevención, lo cierto es que las mascarillas (o cubrebocas o tapabocas) se están convirtiendo más que en un producto protector en una prenda más en México, y en otros países, gracias a la gripe A. La pregunta es si la moda perdurará ahora que México se prepara, tras unos días de parón, a recuperar la normalidad.El objeto más codiciado y buscado de aquel país ya se ha convertido en una moda. "Más que nunca la gente ha adoptado los tapabocas como símbolo de lo chic o de lo in: si no traes tapabocas estás out", asegura el bloguero Luis Alberto González desde Monterrey (México).Las mascarillas decoradas, pintadas con dibujos animados y modificadas con atrezo (bigotes, gafas) ya se pueden ver por las calles de todo el país. Los motivos no son puramente estéticos si no también reivindicativos. Ni las estatuas religiosas se salvan de los tapabocas.
¿Son útiles?¿Pero es puramente moda, desinformación o realmente son útiles? Dependerá de los casos. Lo que es seguro es que gran parte de la población utiliza mascarillas quirúrgicas (cuando no máscaras de pintor o pañuelos o trozos de tela), más diseñadas para evitar que los virus de la boca salgan fuera que para que los patógenos externos entren. Las que realmente sirven son las máscaras de protección, más duras y con mayor ajuste a la cara.Quizá, los fabricantes de estas mascarillas, no lo vean como una mera moda: su fabricación se ha multiplicado por tres. (Sección Internacional de EL DIARIO)

Javier Arcelus Cano

2 comentarios:

  1. Lo interesante también es como los cubrebocas se han convertido en símbolo de status...no es lo mismo el color ni la calidad. Ya el jueves verán en la Universidad las "clases"...

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  2. Yo creo que ya que pase completamente todo esto de la influenza dejaran de estar de moda, de hecho ya son muy pocas las personas que se ponen tapabocas.
    En un principio había gente que ni siquiera se lo ponía correctamente, y algunos otros que ni siquiera sabían porque fue obligatorio su uso en lugares públicos; simplemente se lo ponían como síntoma de identidad. Y lo más impresionante es que efectivamente fue totalmente un símbolo de status.
    También me impresionó muchísimo que la gente no solo lo vio como moda, o símbolo de status sino como negocio. Sabemos que se agotaron en las farmacias, y la gente que tenía los vendía hasta a 50 pesos, cuando cuestan cuando mucho uno o dos pesos. Es triste darnos cuenta que hay gente abusiva que no se sensibiliza aún cuando su propio país esta en una situación de crisis.

    Publicado por Fer Mexia

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