¿De dónde vino la gripe porcina?

Por Adriana Berrueto


Chistes acerca del virus, la resurrección del chupacabras para entretenernos, la implantación de armas biológicas de narcotraficantes o minute man, la evasión a la realidad y decisión de alquilar docenas de películas de zombies, el consumo obsesivo compulsivo de noticias... en fin, proyecciones de nuestra personalidad a través de infinidad de conductas para enfrentarnos con nuestra realidad.

¿Por qué unos creemos y otros no? ¿Es la credibilidad al gobierno? ¿Es prevalecer nuestra salud ante todo? ¿Qué se encuentra detrás de la fobia? En mi caso, ¿es el miedo a la muerte? ¿es la recordación de mis primeros meses de vida donde quizá me sentía vulnerable y era totalmente dependiente del otro?

Además de nuestro aquí y ahora con todos los cambios en nuestras rutinas y actividades, la gripe porcina (o gripe de norteamérica como sugieren llamarla algunos por la falta de evidencia con los puercos) nos presenta la oportunidad de ver nuestra vida, existencia y personalidad desde una nueva perspectiva. ¿Cómo reaccionas? ¿Te hablan tus conductas de tu personalidad? ¿Cómo eres? ¿Por qué eres así?

Me catalogo en el grupo de obsesivos-compulsivos. Desde el momento en el que pude me conecté como zanguijuela a la televisión, a la computadora, al blackberry, al teléfono, al chat, a los foros, a todo lo que está a mi alcance para reunir la mayor cantidad de información posible con un objetivo: tranquilizarme. Resulta paradójico como la otra persona con la cual me encuentro confinada (mi marido) opta por ver películas como Exterminio como catarsis para enfrentar la situación ¿será que busca estrategias de sobrevivencia? ¿será que la sátira le permite ver la realidad y acostarse sin taquicardia?

¿Por qué contamos los pasos que damos antes de entrar a una cita? ¿Por qué sumamos las placas en el tráfico? ¿Por qué llevo cuenta de los enfermos, dados de alta y muertos? ¿Qué nos dicen los números?...

(...continuará)